Tortel bosques siempre verde

Gobernanza público-privada y comunitaria para un nuevo modelo de desarrollo forestal de Aysén

Ante el fin del DFL 701, la ausencia de nuevas plantaciones forestales en Aysén, el rezago de la acción estatal, y las atribuciones de los Gobiernos Regionales en el desarrollo de políticas públicas regionales, es posible plantear un nuevo modelo de desarrollo forestal ambientalmente sustentable y orientado a mejorar la adaptación a cambio climático. Ello requiere una política pública regional que implique el abatimiento de gases de efecto invernadero, financiamiento verde, y apalancamiento de bonos y créditos de carbono. Este nuevo enfoque de política forestal regional debiera buscar mejoras e incremento en la provisión de servicios sistémicos a través de la restauración ecológica, reforestación en base a bosque nativo, y soluciones basadas en naturaleza entre otros. Un modelo de estas características debe generar una mayor equidad social y territorial intrarregional a través de una gobernanza público-privada y comunitaria de base regionale. Este nuevo modelo permitiría además crear una industria regional de producción de naturaleza generando una nueva actividad económica de base territorial. Si a nivel regional no se actúa hoy para abordar estas temáticas, ¿qué futuro posible se les dejará a las siguientes generaciones de ayseninos?
  • 113

Contenidos

La región de Aysén es poseedora de la mayor reserva de bosque nativo de Chile siendo además la que mayor absorción y fijación de CO2 atmosférico aporta al país, contribuyendo con ello a compensar en el inventario nacional de gases de efecto invernadero de Chile (Ministerio de Medio Ambiente Chile. 2020 1), a las regiones que más emiten como la Región Metropolitana o Antofagasta (Aguilera, 2020 2).

Plantaciones forestales en Chile

Según datos de INFOR (2021 3), hasta 2020 Chile contaba con una superficie de 2.329.521 hectáreas (ha) de plantaciones forestales, el 55,5% de esa superficie está plantada con Pinus radiata y 25,1% de Eucalyptus globulus . Estas dos especies representan el 80% de la superficie plantada a nivel nacional.

Entre las regiones del Maule y de Los Lagos están 2.071.847 ha plantadas, 88,9% del total del país. La región de Aysén presenta un 1,3% de plantaciones de ambas especies, con unas 29.893 ha acumuladas del total del país (INFOR, 2021).

DFL 701/1974

La derogación del DFL 701/1974 que eliminó el subsidio a las plantaciones forestales y que permitió el desarrollo y el oligopolio forestal en la zona centro-sur de Chile, ha dejado expuesto un pasivo social y ambiental del cual nuevas generaciones deberán hacerse cargo (Escobar, 2017 4. Entre 1976 hasta 1989 los consorcios madereros MASISA, Arauco y CMPC recibieron en torno al 72% de los subsidios anuales del DFL 701, entre 1990 y 2005 el promedio ascendió al 52% del subsidio, y entre el 2006 y 2015 éste ascendió al 20%, recibiendo unos 81 US$ millones de dólares actualizados entre 1976 a 2015 del estado (CONAF, 2016 5).

Estos subsidios le permitieron a los consorcios forestales antes mencionados lograr una superficie plantada bonificada de unas 596.928 ha recibiendo para ello el 41% del total de las bonificaciones vía DFL 701/1974 desde 1976 hasta 2015 (CONAF, 2016). Aún a pesar de los esfuerzos económicos a través del DFL 701 orientados a dar mayor participación a pequeños y medianos productores forestales en los últimos años de operación de esta bonificación, no se logró superar por estos últimos la superficie plantada previamente por los consorcios forestales, manteniendo una posición dominante.

La evolución del monto de subisidio y superficie plantada indican un aumento sustancial de los costos de plantación y otros costos, especialmente en la fase de incremento de las plantaciones de pequeños y medianos productores desde el año 2002 en adelante.

Plantaciones y subsidios en Aysén

A nivel regional el pino radiata y pino oregón (Pseudotsuga menziesii) representan el 62,3% y 11,6% de las plantaciones de pino en la región de Aysén.  Estas plantaciones comenzaron a fines de los años 60’s. Hoy ambas especies suman 22.107 ha concentradas principalmente en las comunas de Coyhaique y Aysén.

Los datos estadísticos también indica que prácticamente no hay nuevas plantaciones desde 2010, teniendo en cuenta la derogación de DFL 701/1974 en 2012 (INFOR, 2021), siendo la fase de mayor crecimiento de plantaciones en Aysén, previo a ese año.

Bonificación Forestal en Aysén

Según los datos de Conaf (2016), en Aysén mediante DFL 701/1974 fueron bonificadas unas 41.829 hectáreas entregándose para ello subsidios por US$ 20,83 millones de dólares actualizados a valor del dólar e IPC de 2015, entre 1976 a 2015.

Los montos promedios bonificados en US$ actualizados a 2015 por hectárea variaron según período, siendo el más alto entre 2006-2009 (primer gobierno de Piñera), donde se llegó a entregar unos US$1.141 por ha.

En búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo forestal

El modelo de desarrollo forestal chileno basado subsidios y plantaciones exóticas actualmente se encuentra cuestionado, a pesar del importe económico de divisas para el país. Los principales los cuestionamientos están en los impactos sociales (Montalba-Navarro, R., & Carrasco, N., 2003 6) y ambientales que se han producido en comunidades y territorios donde estas plantaciones se encuentra, y la inequidad del aporte estatal a través del DFL 701 que ha tenido como foco central los consorcios forestales (Astorga, L., & Burschel, H. 20177).

El aporte estatal permitió a los consorcios forestales consolidar una posición oligopólica y concentración de la propiedad que ha derivado entre otros impactos en: reducción y fragmentación del bosque nativo, pérdida de biodiversidad, pérdida de stock de carbono (Heilmayr et al., 2020 8), reducción significativa de servicios ecosistémicos, disminución significativa de la provisión y calidad de agua para consumo humano y agrícola en cuencas plantadas, aumento de la ocurrencia y magnitud de incendios forestales, homogeneización del paisaje, y aumento de invasiones de especies exóticas por mencionar algunos (Rojas, 2015 9).

Sin duda que en este proceso el Estado (Astorga, L., & Burschel, H. 2017) y las instituciones del estados como función reguladora del bien común en el tema forestal, han sido grandes ausentes. En algunos casos esa función ha debido ser suplida por actores externos como las empresas certificadoras (Heilmayr & Lambin, 2016 10) lo que plantea la necesidad de adecuar éste no sólo a nivel nacional, sino también dar un mayor protagonismo a los niveles regionales y comunales en las gestión forestal, ya que esta tiene directos impactos en los territorios que se requieren gestionar (Cerda et al., 2020, 11).

Hoy los desafíos de cambio climático, la mantención y recuperación de servicios ecosistémicos y las demandas de equidad desde la socieda exigen replantear un modelo de desarrollo forestal más equitativo no sólo en los grupos de propietarios forestales, sino también entre territorios.

Ya desde 2011 la Agrupación de Ingenieros Forestales del Bosque Nativo han venido exponiendo una propuesta nacional en esa línea (AIFBN, 2011 12, sin embargo, la apreciación ha sido de escaso avance.

Astorga y Burschel (2017) reforzando la postura de AIFBN (2011), resumen en diez ejes centrales las bases del nuevo modelo forestal.

  1. Rol protagónico del estado
  2. Ordenamiento territorial
  3. Manejo de cuencas y agua
  4. Recuperación y manejo del bosque nativo
  5. Mejoras en las plantaciones de pinos y eucaliptos
  6. Asociatividad de los pequeños y medianos propietarios
  7. Transformación de madera de alta calidad a nivel local
  8. Biomasa y producción de energía
  9. Resolver los problemas con el pueblo mapuche
  10. Acciones de mitigación del cambio climático

Un nuevo modelo de desarrollo forestal para Aysén

A principios del siglo XX en la colonización de Aysén, estimulado por el estado, unas 3 millones de hectáreas de bosque nativo fueron consumidas en incendios forestales de décadas, para poder consolidar dominio de la tierra por parte de los colonos.

Lo anterior provocó enormes impactos en el paisaje y en la erosión y sedimentación de ríos. En la actualidad, uno de los principales factores de degradación forestal está dado por el consumo de leña para calefacción, la que se acentuará en la medida que se produzca expansión de población y vivienda, tanto urbanas como rurales en la región. Otro factor de degradación del bosque es el pastoreo en áreas boscosas.

A la luz de la situación actual, junto a la actividad pesquera y salmonera en la región, esos incendios constituyen uno de los pasivos ambientales más significativos en Aysén, no sólo por la pérdida de bosques sino por el impacto en la biodiversidad que estos contenían.

Aún así, la región de Aysén es poseedora de la mayor reserva de bosque nativo de Chile siendo además la que mayor absorción y fijación de CO2 atmosférico aporta al país (Aguilera, 2020), contribuyendo con ello a compensar por ejemplo, casi la totalidad de las emisiones total de Gases de efecto invernadero por ejemplo de la Región Metropolitana.

En el caso de Aysén en la actualidad hoy se evidencia un nulo interés de desarrollar, sin incentivos, plantaciones de otras especies en particular nativas, lo que requiere un estímulo que facilite el proceso.

En la lógica de recuperar ecosistemas forestales con fines productivos como biomasa y madera, así como explorar oportunidades de soluciones basadas en naturaleza para adaptación y mitigación de cambio climático, como captura de carbono, servicios ambientales, restauración ecológica, biodiversidad, entre otros, se requiere un cambio de enfoque.

Ante los efectos del cambio climático, no sólo Aysén sino que a escala planetaria, existe la urgente necesidad además de la transición energética, recuperar servicios ecosistémicos provistos por ecosistemas forestales, tales como: absorción y fijación de carbono, regulación hídrica, protección de riberas, conectividad de mosaicos para corredores biológicos productos forestales madereros y no madereros, recuperación e incremento de biodiversidad, regulación térmica, entre otros.

Ante el fin del DFL 701 y la ausencia de nuevas plantaciones forestales en Aysén es posible plantear desarrollar un nuevo modelo de desarrollo forestal ambientalmente sustentable y orientado a mejorar la adaptación a cambio climático. Ello requiere una política pública regional que implique el abatimiento de gases de efecto invernadero, financiamiento verde, y apalancamiento de bonos y créditos de carbono. Este nuevo enfoque de política forestal regional debiera buscar mejoras e incremento en la provisión de servicios sistémicos a través de la restauración ecológica, reforestación en base a bosque nativo, y soluciones basadas en naturaleza entre otros. Un modelo de estas características debe generar una mayor equidad social y territorial intrarregional a través de una gobernanza público-privada y comunitaria de base regional de los fondos públicos y/o del apalancamiento de financiamiento verde para estas iniciativas.

Gobernanza forestal regional

Más allá de la casi ausencia del rol del estado en la función regulación del bien común que ha caracterizado el modelo forestal imperante por casi cincuenta año, éste más bien a tenido directa o indirectamente un rol promotor en los fallos de mercado generados (concentración y creación de oligopolios) y de las externalidades sociales y ambientales negativas. Adicionalmente, la estructura centralizada y con instituciones sectoriales debilitadas en su misión institucional en el sector, no dan adecuadas garantías de responder con la celeridad y urgencia que los cambios requieren a nivel territorial, especialmente cuando están en juego los intereses de diferentes grupos a nivel nacional, lo que dificulta la generación de acuerdos. En el intertanto el proceso de deterioro deterioro y degradación paulatina del bosque nativo continúa, debido a múltiples factores.

Surge así la necesidad de revisar y desarrollar una política forestal regional, basada en reducción de la degradación de bosque nativo, la restauración de servicios ecosistémicos, y reforestación con bosque nativo, que además implique una distribución más equitativa de recursos públicos no sólo a nivel de grupos de propietarios sino de territorios, y una gobernanza público-privada y comunitaria regional que dé estabilidad y dirección de mediano a largo plazo constituyéndose en un desafío urgente.

La fortaleza de esa gobernanza forestal de base regional se basa en las las atribuciones de los Gobiernos Regionales, Municipios, y de Universidades que se podrían poner en juego, además de articular a las instituciones técnicas pertinentes. Adicionalmente, las acciones de nivel nacional con impacto regional requiere contar con la necesaria articulación con los entes institucionales correspondientes.

Un modelo de estas características permitiría además crear una industria regional de producción de naturaleza generando una nueva actividad económica de base territorial.

El cambio y concentración de la propiedad rural en Aysén, la reducción del tamaño predial por herencias, el crecimiento exponencial de loteos para parcelas de agrado, el aumento del consumo de leña urbano y rural por aumento de viviendas para población y turismo, así como el riesgo de incendios forestales por cambio climático, la presión de expansión ganadera y agrícola sobre bosques, constituyen las principales amenazas para los bosques nativos y para un desarrollo territorial más armónico en Aysén, los deben tener en consideración quienes viven y los que lleguen a vivir al territorio.

Abordar este desafío es parte de las responsabilidades intergeneracionales que debemos asumir. Si a nivel regional no se actúa hoy para abordar estas temáticas, ¿qué futuro posible se les dejará a las siguientes generaciones de ayseninos?

Referencias

  1. Ministerio de Medio Ambiente Chile. (2020). SNI Chile – Sistema Nacional de Inventarios de Gases de Efecto Invernadero de Chile. Base de Datos Inventarios Regionales de GEI Serie 1990-2018. https://snichile.mma.gob.cl/
  2. Aguilera, M. (2020, noviembre 2). Aysén, la región que más absorbe CO2 en Chile. www.wauricioaguileralopez.com. https://mauricioaguileralopez.com/2021/11/03/aysen-la-region-que-mas-absorbe-co2-en-chile/
  3. Sagardía, R., Bahamóndez, C., Avila, A., Reyes, R., & Vergara, G. (2021). Los recursos forestales en Chile 2021. Inventario forestal nacional de bosques nativos y actualización de plantaciones forestales: Vol. Informe Técnico (No. 248; Informe Técnico). https://bibliotecadigital.infor.cl/handle/20.500.12220/32050
  4. Escobar, L. (2017, febrero 8). Detrás de las llamas – CIPER Chile. Ciper Chile. https://www.ciperchile.cl/2017/02/08/detras-de-las-llamas/
  5. CONAF. (2016). Decreto Ley 701 de 1974, Cuarenta años de incentivos a la forestación (1975-2015). In Corporación Nacional Forestal. http://biblioteca.digital.gob.cl/handle/123456789/2334
  6. Montalba-Navarro, R., & Carrasco, N. (2003). Modelo forestal chileno y conflicto indígena ¿ecologismo cultural mapuche? Ecología Política, 26, 63–78. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1255882
  7. Astorga, L., & Burschel, H. (2017). Avanzando en la propuesta hacia un Nuevo Modelo Forestal | Bosque Nativo. Revista Bosque Nativo, 59, 9–15. https://bosquenativo.cl/avanzando-en-la-propuesta-hacia-un-nuevo-modelo-forestal/
  8. Heilmayr, R., Echeverría, C., & Lambin, E. F. (2020). Impacts of Chilean forest subsidies on forest cover, carbon and biodiversity. Nature Sustainability. doi:10.1038/s41893-020-0547-0
  9. Rojas, L. (2015, julio 23). Bosque nativo: principal perjudicado por la prórroga del DL 701 (UACh) | Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia – CR2. CR2 Prensa. https://www.cr2.cl/bosque-nativo-principal-perjudicado-por-la-prorroga-de-la-ley-para-el-fomento-de-plantaciones-forestales-uach/
  10. Heilmayr, R., & Lambin, E. F. (2016). Impacts of nonstate, market-driven governance on Chilean forests. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 113(11), 2910–2915. https://doi.org/10.1073/PNAS.1600394113/SUPPL_FILE/PNAS.201600394SI.PDF
  11. Cerda, R., Gallardo-Cobos, R., & Sánchez-Zamora, P. (2020). An Analysis of the Impact of Forest Policy on Rural Areas of Chile. Forests 2020, Vol. 11, Page 1105, 11(10), 1105. https://doi.org/10.3390/F11101105
  12. AIFBN. (2011). Hacia un Nuevo Modelo Forestal: Propuestas para el Desarrollo Sustentable del Bosque Nativo y el Sector Forestal en Chile (Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, Ed.). Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo. https://bosquenativo.cl/wp-content/uploads/2019/06/hacia_un_nuevo_modelo_forestal_aifbn.pdf

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *