Antropoceno, humanidad y Gases de Efecto Invernadero
Es indudable hoy el impacto humano en los ecosistemas y en el planeta, lo que ha llevado a los científicos a plantear el inicio de una nueva era en la evolución de la Tierra, el Antropoceno, época geológica que seguiriía al cuaternario y que data del inicio del impacto humano significativo en la geología y los ecosistemas de la Tierra, incluyendo, pero no limitándose, al cambio climático antropogénico, es decir, el efecto transformador geológico del ser humano en su conjunto y en el tiempo.
Un poco en oposición al Antropoceno como debate, surge el Capitaloceno que considera que la potencia destructiva no proviene de la actividad humana en abstracto, sino de su organización capitalista. En efecto, el cambio en la concentración de los gases de efecto invernadero se acelera con la revolución industrial a inicios del 1800, a partir del uso intensivo de carbón, el primer combustible fósil. Previo al 1800 la concentración atmosférica de CO2 rondaba los 280 ppm, hoy ya supera los 400 ppm.
El rol del uso de combustibles fósiles ha contribuido significativamente, sin embargo, el hecho subyacente está relacionado el impresionante salto en la cantidad de seres humanos en el planeta que gracias a los desarrollos tecnológicos en beneficio de la humanidad, hemos sido capaces desde 1927 cuando alcanzamos los 2.000 millones de habitantes lograr para el 2023 los 8.000 millones, es decir, un aumento de 6.000 millones de personas en menos de 100 años. Según las proyecciones, al 2100 ya debiéramos ser unos 10.000 millones de personas, 2.000 millones más. Surge inevitablemente la pregunta malthusiana si el planeta será capa de sostener la magnitud de los impactos humanos y, además, proveer de los bienes y servicios necesarios para que cada sociedad tenga niveles de vida adecuados ante la demanda de recursos cada vez más escasos.
La situación de Chile es parte del modelo general de expansión humana así como la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) de nuestro país, ello, a pesar de su baja relevancia en términos porcentuales en el contexto global. Aún así, en Chile se reproducen las mismas asimetrías entre países emisores y países que absorben o fijan CO2 dada la abundancia relativa de naturaleza, la responsable del balance.
Emisión y absorción de CO2 de GEI en Chile
La plataforma del Sistema Nacional de Inventarios de Gases de Efecto Invernadero de Chile (SNICHILE), administrada por la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente de Chile, es quien oficialmente coordina, sistematiza y difunde la información sobre GEI a nivel nacional, poniendo a disposición la Base de Datos Inventarios Regionales de GEI serie 1990-2018 y la Base de Datos INGEI serie 1990-2018.
Entre 1990 y 2018, Chile ha experimentado un persistente incremento en su emisión de GEI, siendo el sector Energía, por lejos el más relevante en dicha emisión. El sector Agricultura le sigue en segundo lugar. El grupo IPPU Calc de Usos Industriales y Otros Usos y de Residuos alternan entre el tercer y cuarto lugar de emisiones de kilotoneladas de CO2 equivalente (kt CO₂ eq). En contraposición el silencioso UTCUTS, Uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura, representa a los ecosistemas terrestres que absorben y retienen anualmente CO2 en Chile, y que su pérdida, especialmente por efecto puntuales de los enormes incendios forestales de los últimos años, aportan picos de emisión de CO2 en Chile.
Actividad económica y emisiones de CO2
La expansión de las emisiones de CO2 equivalente en Chile, está directamente vinculada al nivel de desarrollo económico. De hecho entre 1996 y 2006 nuestro país experimentó una transición en su inventario de emisiones y actividad económica medida a precios corrientes, pasando ya a ser emisor neto a partir de 2006.
Emisiones de CO2 y crecimiento económico en Chile
El incremento de la actividad económica impulsada en términos corrientes a partir de 2003, con caídas en 2008, 2015 y entre 2019 y 2020, pero no bajo los niveles previos a 2006, ha sostenido el crecimiento de la emisión de GEI en Chile.
Los eventos de incendios forestales de 2017 los primeros de la sexta generación de los tipos de incendios sostenidos por la mega sequía de la zona central en Chile, asociada al cambio climático antropogénico, y las particulares condiciones atmosféricas de ese año, generaron incendios con potencial energético mayor a 30.000 kwhr/m, afectando 518.174,3 ha totales, de las cuales 309.457 ha correspondían a uso antrópicos y 208.717 ha de Ecosistemas Permanentes, afectando a ecosistemas en todas las categorías de protección, siendo más relevantes los ecosistemas en Peligro Crítico (73.644 ha), en Peligro (86.287 ha) y Vulnerable (39.513 ha) representando en torno al 96% de los ecosistemas permanentes afectados.
El devastador impacto de los incendios forestales de 2017 en la zona central de Chile, ello como uno de los efectos del cambio climático global, tuvieron y tienen consecuencias directas en las actividades y personas afectadas, así como la pérdida de ecosistemas y biodiversidad y su aporte al nivel de emisión de CO2 en Chile, constituye una desalentador mensaje sobre el negativo comportamiento ecosistémico de nuestro modelo de sociedad.
Por un lado, la búsqueda del bienestar a través de un modelo económico de alto impacto en los ecosistemas, junto a la expansión geográfica, que se suma a los efectos globales de la humanidad en el planeta, y por otra, la necesidad de adaptar el modelo de desarrollo y social para hacerse cargo de las consecuencias negativas, entre otros, de la emisión de GEI y la pérdida de biodiversidad debido a la actividad humana.
2017 fue un primer gran mensaje en este caso para Chile, pero debemos tener en cuenta los desastres de 2021 en el hemisferio norte: temperaturas récord planetarias, incendios en Canadá y Siberia, inundaciones de Europa y China, y las primeras precipitaciones de agua registradas en Groenlandia, por nombrar algunas, nos vuelven a reforzar la necesidad de encontrar nuevos mecanismos de adaptación a esos procesos.
Emisiones por tipo de gases
La evolución de la actividad económica y los procesos productivos, más la actualización de la información científica muestran el impacto equivalente de diversos gases en su potencial de efecto invernadero. El potencial de efecto invernadero del CO2 es de nivel 1, sin embargo, una molécula del metano CH4 es capaz de generar cuatro veces el poder de calentamiento del CO2, el hidrofluorocarbonado HFC-23 tiene un efecto invernadero de 14.800 veces, y el Hexafluoruro de Azufre HF6 22.800 veces el efecto invernadero del CO2. Por ende, en la medida que nuevos compuestos con efecto invernadero formen parte de las emisiones de gases en los procesos productivos, el impacto de la acción humana sobre el calentamiento global también se modifica.
Tabla 1. Efecto Invernadero Equivalente de Gases de Efecto Invernadero (AR4)
GEI | Grupo GEI | Efecto Invernadero Equivalente (AR4) |
---|---|---|
CO2 | Carbono | 1 |
CH4 | Metano | 25 |
N2O | Oxido Nitroso | 298 |
HFC-23 | Hidrofluorocarbonado | 14.800 |
HFC-32 | Hidrofluorocarbonado | 675 |
HFC-125 | Hidrofluorocarbonado | 3.500 |
HFC-134a | Hidrofluorocarbonado | 1.430 |
HFC-143a | Hidrofluorocarbonado | 4.470 |
HFC-152a | Hidrofluorocarbonado | 124 |
HFC-227ea | Hidrofluorocarbonado | 3.220 |
HFC-236fa | Hidrofluorocarbonado | 9.810 |
HFC-245fa | Hidrofluorocarbonado | 1.030 |
HFC-365mfc | Hidrofluorocarbonado | 794 |
HFC-43-10mee | Hidrofluorocarbonado | 1.640 |
PFC-14 | Perfluorocarbono | 7,390 |
PFC-116 | Perfluorocarbono | 12.200 |
PFC-218 | Perfluorocarbono | 8.830 |
SF6 | Hexafluoruro de Azufre | 22.800 |
Le evidencia entregada por el Inventario de Gases de Efecto Invernadero del Ministerio de Medio Ambiente muestra que en general el gas que más cambia en el tiempo en relación a su emisión por sobre su absorción es el CO2, lo cual presiona las acciones de política pública mayoritariamente en esa área donde el sector Energía, a través de las múltiples uso de ella como: Industrias de la Energía; Transporte, en particular terrestre; e, Industrias manufactureras y de la construcción, tiene preponderancia en ese cambio.
El crecimiento económico chileno ha venido acompañado de un crecimiento de las emisiones de GEI, presentando hoy una emisión mayor que absorción, y la tendencia es a que se incremente en el tiempo. Esa misma tendencia está recibiendo el impacto de los efectos del cambio climático en la presión sobre los ecosistemas, con máximos de emisión a la fecha producto de los incendios forestales tradicionales y los de sexta generación, a causa de los efectos prolongados de la sequía de la zona central, pero que también afectan a otras regiones del país.
Regionalización de las emisiones y absorciones
El mismo informe de Inventario de GEI con datos reconsolidados a nivel regional permiten mostrar la incidencia regional en la emisión y absorción de GIE en Chile, siendo la región Metropolitana la más poblada de Chile, y de Antofagasta la región de mayor producción minera del país, quienes lideran la emisión neta a nivel nacional, seguidos en menor medida de Valparaíso y Bíobio.
En relación a las “Tormentas de Fuego” de 2017, se observa la preponderancia que tomaron las regiones del Bíobio y en particular la del Maule, un región pequeña que normalmente tenía una absorción neta de CO2, en 2017 emitió todo lo que había absorbido en 14 años (2003 a 2016), sin considerar el efecto de las pérdidas en biodiversidad.
En contraposición, las regiones australes con Aysén a la cabeza, son las grandes fijadoras de GEI de Chile.
Aysén, la gran fijadora de CO2 de Chile
Identificado el crecimiento de la emisión de GEI y comprendiendo la regionalización de ellos, la regionalización de la emisión/absorción de los GEI evidencian el peso de las regiones australes como sumideros de CO2, de la Araucanía a Magallanes, pero en particular la relevancia de Aysén, el mayor secuestrador de CO2 terrestre de Chile con rangos de absorción entre 17.000 y 20.500 kt CO2 eq Aysén, capturando el equivalente de emisiones anuales de la Región Metropolitana la más poblada de Chile, o de la Región de Antofagasta, centro de la actividad minera nacional.
Una reserva de bosque nativo de Chile
La gran capacidad de absorción de la Región de Aysén obedece a una combinación de factores, sin embargo, se pueden destacar como relevante el hecho de que siendo la tercera región más grande en superficie, posee la mayor superficie de bosque nativo de Chile, unas 4.431.847,1 hectáreas (CONAF, 2020 1 ).
En contraposición, las regiones del norte de Chile, en particular Antofagasta la segunda en superficie, posee el 85% de su superficie desprovista de vegetación, y el 52% de la superficie nacional sin cobertura vegetacional.
Por las características del Desierto de Atacama, el más árido del planeta, y con una baja capacidad de las praderas de retener CO2, resulta muy difícil que a base de ecosistemas terrestres la industria minera pueda compensar la emisión de GEI . Eso sí , aún no está bien evaluado el potencial de los ecosistemas marinos chilenos en la fijación de CO2.
Por otro lado, Magallanes siendo la región más grande de Chile, tiene un poco más de la mitad de bosques que Aysén, pero un 55% de su superficie corresponde a praderas y matorrales, en los que en parte importante de estas praderas y matorrales se desarrolla una ganadería principalmente ovina extensiva, y en menor cantidad bovina.
Patagonia chilena, economía y carbono neutralidad
Las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes compensan una parte importante de las emisiones conjuntas de CO2 eq de las regiones Metropolitana y Antofagasta de cada año, salvo eventos singulares. Esta dimensión pone de relieve la relevancia de las regiones australes de Chile para la compensación de GEI, especialmente en una economía que busca ir hacia la carbono neutralidad.
También, evidencia el impacto del aporte en los inventarios de GEI de Chile, ayudando a enmascarar las grandes emisiones de regiones como la Metropolitana y Antofagasta, pero sin recibir compensaciones por ello, más aún teniendo en cuenta que para lograra esas compensaciones, estos territorios destinan parte importante de su superficie a Áreas Silvestres Protegidas (ASP).
La capacidad de absorción de los ecosistemas terrestres está en directa relación con la calidad de los ecosistemas y el grado de protección y conservación. De hecho, el 85% de las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) terrestres de Chile están en la Patagonia entendida ésta como la Provincia de Palena en la Región de Los Lagos, Aysén y Magallanes, 13.100.000 hectáreas, casi 9 regiones metropolitanas.
Desafíos de una Economía de CO2 para Aysén
Este aspecto pone a Aysén en un situación de reflexión respecto de su posición en el aporte a la carbono neutralidad del país. Pero también le imponen nuevos riesgos y desafíos, debido al proceso de transición que está experimentando tanto a nivel global como nacional, respecto de compromisos internacionales en materia de huellas de carbono, tanto en lo económico como en lo normativo.
Por otro lado, ser una región fijadora de CO2 implica minimizar la intervención de ecosistemas en la Patagonia Chilena así como restaurar ecosistemas, y promover actividades económica que al absorber GEI, sustentando la carbono neutralidad, no sólo proporcionen los medios económicos para los habitantes del territorio, sino que de paso, recuperen y restauren ecosistemas y sus servicios, apoyando la transición hacia una eco-economía que dé viabilidad a la especie humana, hasta lograr un nuevo balance entre nuestra existencia como especie, y la de las demás especies en el planeta.
Existen una serie de desafíos para Aysén en materia de desarrollo económico, social y ambiental respecto del aporte que hace en el secuestro de carbono de Chile, que deben ser internalizados en particular a nivel de autoridades políticas, científica, económica y de la sociedad regional, dado que éste aspecto tiene muchas aristas, para los cuales efectivamente la región hoy no está preparada, pero que se pueden tener presentes. A modo prospectivo y no exhaustivo comentar algunos.
Fondo Verde para Aysén
Uno de los primeros esfuerzos es encontrar la forma de establecer un fondo verde para Aysén, un símil del FONDEMA de Magallanes, que permita a la región invertir en iniciativas de protección, recuperación, restauración, conservación y protección del patrimonio ambiental, basado en las comunidades y habitantes del territorio. Algunas posibilidades de uso de un fondo verde:
- Ello tiene múltiples implicancias, pero iniciativas de este tipo están asociados a la reducción de la deforestación y fragmentación del bosque nativo, por ejemplo, para leña. Una iniciativa de este tipo debiera ir conectada con un plan de transición energética especialmente de calefacción.
- Plan de recuperación y protección de riberas de cauces y cabeceras de cuencas y microcuencas. La reforestación con bosque nativos en áreas ripiarinas o cabeceras de cuencas impacta directamente en la regulación de los ciclos hídricos y en la retención y fijación de elementos físicos y químicos que van a parar los cauces, ayudando a mejorar la calidad y cantidad de agua. Así también, se mejoran otros aspectos de la provisión de servicios ecosistémicos para uso humano en los ámbitos humanos y rural.
- Un proceso de restauración ecológica ayuda también a la recuperación de la biodiversidad, dando más opciones a los organismos para poder conseguir habitas para su desarrollo.
- Apoyo al desarrollo inicial de empredimientos e inversiones verdes o de bajo impacto ambiental.
- Apoyo al desarrollo científico y tecnológico aplicado para una economía verde en Aysén.
Ello por mencionar algunas iniciativas. Los ingresos de este fondo debieran estar vinculados a las compensaciones de CO2 tanto de nivel público, como privados.
Eliminación del impuesto específico a los combustibles en Aysén y la Patagonia
La Patagonia Chilena (Palena, Aysén y Magallanes) es 1/3 del territorio nacional (equivale a la superficie entre la R. de Coquimbo hasta Chiloé) y habitan en torno al 1,8% de la población total de Chile. Según combustible y territorio, el litro de combustible puede variar entre $20 a $35 pesos litro cada 100 km de la capital regional en Palena, Aysén y Magallanes.
En Aysén, las localidades más alejadas pueden experimentar aumentos entre 10.000 – 12.000 pesos por estanque, versus el valor de la recarga de Coyhaique, justamente donde más se requiere combustible para viajar, impactando directamente en los costos de vida, por aumento de transporte, por lo que el impuesto a los combustibles castiga a zonas extremas.
En Aysén y la Patagonia está el menor parque automovilístico nacional, por lo que el aporte es marginal a la recaudación tributaria, pero es altamente regresivo para el territorio, ya que por costos de transporte y operación, se deben pagar combustibles más caros, lo que también se recarga a los bienes y servicios locales. Según el ajuste de datos del estudio del de Centro de Energía de la Universidad de Chile (2015). 2, el combustible es el 40% de la matriz energética de Aysén, 51% es leña, sólo 4% es electricidad (AGUILERA, 2016 3.)
Siendo Aysén la región que más absorbe CO2 en Chile, fijando el equivalente a todo lo que emite la Región Metropolitana, no tiene sentido que los ayseninos tengan que pagar un impuesto a los combustibles cuando como región aportan a la reducción de los GEI del país, debiendo asumir costos de vida más caro, y teniendo que hacer uso de la leña para la calefacción pudiendo destinarla a fijar más CO2.
Presiones de cambio en la propiedad y uso de la tierra
Otro de los aspectos que se están evidenciado con mucha celeridad es el cambio de la tenencia de la tierra a nuevos propietarios o las presiones instaldas para poder aplicar conceptos como el del Derecho Real de Conservación (LEY CHILE. 2016. 4 ) La superficie disponible en manos privadas en Aysén, no es tan signficaitiva como la superficie total de la región. Es por ello que la búsqueda de terrenos para desarrollar proyectos de compensación de CO2 que ya están en marcha, siendo uno de los emblemáticos el de la Viña Miguel Torres en Coyhaique Alto, de Paola Luksic en el sector Glaciar Montt 5 o de las hermanas Hurtado Berger en el Lago Yulton con el Santuario Meullín-Puye 6, así como parcelaciones de agrado, implican modificar el patrón de uso histórico, la aparición nuevos pobladores rurales con presiones sobre servicios básicos, pero también, del cambio cultural y social en el territorio.
Administración de los recursos de la compensación de emisiones
Hoy está en marcha la implementación del Reglamento que Establece las Obligaciones y Procedimientos Relativos a la Evaluación, Verificación y Certificación de Proyectos de Reducción de Emisiones de Contaminantes para Compensar Emisiones Gravadas conforme a lo dispuesto en el Artículo 8 de la Ley n°20.780, Modificado por la ley n°21.210 en el que se establece ” … un impuesto anual a beneficio fiscal que gravará las emisiones al aire de material particulado (MP), óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2) y dióxido de carbono (CO2), producidas por establecimientos cuyas fuentes fijas, conformadas por calderas o turbinas, individualmente o en su conjunto sumen, una potencia térmica mayor o igual a 50 MWt (megavatios térmicos), considerando el límite superior del valor energético del combustible”.
En ese mismo artículo se establece que el impuesto a las emisiones de CO2, será equivalente a 5 dólares de Estados Unidos de América por cada tonelada emitida. Para estos efectos será el estado quien recaudará el impuesto.
El proceso de consulta pública de dicho reglamento finalizó el 3 de septiembre de 2021, (MINISTERIO DE MEDIOAMBIENTE. 2021. 7 ) por lo que en muchos de los aspectos de la consulta se ha perdido la posibilidad de incidir.
SIRSD-S 3.0
Otro aspecto a debatir tiene que ver con la nueva versión del Ley 20412 que estableció un Sistema de Incentivos Para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios con una vigencia de 12 años desde 2010 hasta el 2022 (LEY CHILE. 2010 8 ) . No sólo está el hecho de las prácticas vinculadas y su implementación, en predios agropecuarios, sino la focalización y énfasis para una versión 3.0 del SIRD-S con las implicancias que ello tiene.
Ley de Donaciones y Sustenabilidad
Otra arista tiene que ver con una iniciativa para mejorar ley de donaciones, que es liderada entre otros por Magdalena Aninat a través del Centro de Filantropía e Inversiones Sociales UAI (CEFIS), de la Universidad Adolfo Ibáñez, que lo define como “primer centro académico dedicado a aportar conocimiento para fortalecer las contribuciones privadas a bienes públicos” que en conjunto con otros centros presentaron una propuesta de una nueva Ley de donaciones al ex Ministro de Hacienda, Felipe Briones, en octubre de 2020.
Esta situación es sensible debido a que lo que busca es promover la injerencia de organizaciones de la sociedad civil en áreas que normalmente debiera ser de protagonismo estatal. Pero sobre todo teniendo en cuenta que se evidencia en la actualidad la emergencia de una serie de organizaciones ligadas a grandes grupos económicos, que verían aumentado su protagonismo en áreas no económicas, a partir de recursos que podrían descontarse de impuestos.
Llama la atención que el día 16 de diciembre, cinco días después de la reunión con Briones, 6 diputados de derecha: Jorge Alessandri Vergara (UDI- D10 ), Juan Antonio Coloma Álamos (UDI-D14), María José Hoffmann Opazo (UDI-D7), Javier Macaya Danús (UDI-D15), Guillermo Ramírez Diez (UDI-D11), Sebastián Torrealba Alvarado (TN-D10), presentaran el Proyecto de Resolución N° 1417 que ” Solicita a S. E. el Presidente de la República que considere proponer un proyecto de ley que flexibilice la normativa que rige en materia de donaciones a fin de atenuar las trabas actualmente existentes, para ampliarlas a los ámbitos de interés público y a los aspectos que se proponen.”, proyecto de ley que avanzó hasta el senado en agosto de 2021, que crea los beneficios tributarios para las donaciones a entidades sin fines de lucro como:
- Podrán ser deducidas en un 100% de la base imponible afecta a impuesto a la renta.
- Estarán exentas del impuesto a las donaciones.
- Estarán liberadas del trámite de aprobación judicial (insinuación)
- Los bienes donados no se afectarán con IVA.
- Los bienes que se importen para ser donados estarán liberados de todo tributo, arancel aduanero, cargo o cobro que les sea aplicable.
ONG Ambientales Nacionales y Transnacionales en Aysén
La vinculación de la Ley Corta de Donaciones previa, directamente impacta en organizaciones de la sociedad civil y entre ellas a las ONG Ambientales. Es así como en 11 de diciembre de 2020 aparecen varios representantes de ONG vinculadas entre otros a temas ambientales como Francisco Solis Germain de PEW, quien fuera uno de los creadores de la Reserva Costera Valdiviana, la que fue adquirida en 2003 The Nature Conservancy con fondos de la minera BHP. Pew, a través de la Universidad Austral de Chile, financia el Programa Austral Patagonia, que a través de otras ONG ‘s desarrollo varios proyectos en Aysén. Francisco Solís también estuvo involucrado en el desarrollo de la Ley del Derecho Real de Conservación, iniciativa en quien el ex-senador de Aysén Antonio Horvath, reconoce su participación.
Otro involucrado en esa reunión fue Rodrigo Jordán, quien entre otras formó fue presidente del Directorio de la Corporación de Amigos de los Parques de la Patagonia hoy Rewildwing Chile.
Las señales de las iniciativas de ley de los actores políticos académicos, ambientalistas y políticos involucrados generan confusión respecto del uso final de iniciativas como ésta, y su impacto sobre las comunidades locales. Lo concreto es que este tipo de iniciativas presiona por tierras privadas y fiscales para fines de conservación y preservación, sin una clara vocación económica en el desarrollo local, impactando en las opciones de generación de alternativas económicas para quienes habitan dichos territorios.
Impactos desconocidos
En este confuso y silencioso panorama surge la pregunta acerca de cómo se mueven los fondos vinculados a las compensaciones de CO2, en la actualidad un mercado que al menos en Chile es poco transparente, teniendo escasa información pública de montos, proyectos, certificación entre otros, que tienen relación directa con el territorio.
Por otro lado, existe un bajo nivel de conocimiento de esta materia a nivel de comunidades, lo que les expone a tomar decisiones con poca información sobre las reales consecuencias de acciones que aparentemente plantean buenas intenciones, pero que pueden traer consecuencias desconocidas no deseadas hoy.
Lo que sí está claro es que esta situación, requiere un protagonismo de las autoridades y actores políticos, gremiales, económicos y ambientales de la región, porque lamentablemente las decisiones sobre la nueva economía del CO2 que afectan a Aysén, no se están tomando en Aysén, ni en la Patagonia.
Referencias
- CONAF, 2020. Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile al año 2019. Departamento Monitoreo de Ecosistemas Forestales, GEF
- CENTRO DE ENERGÍA, UNIVERSIDAD DE CHILE. 2015. Línea base para la construcción de una política energética para la Región de Aysén Carlos Ibáñez del Campo
- AGUILERA, M.. 2016. Región de Aysén: Energía, visiones de desarrollo y distintas escalas. Consideración desde las comunidades.
- LEY CHILE. 2016. Ley 20930. Establece el Derecho Real de Conservación Medioambiental
- Paola Luksic, Una Patagonia Feliz
- Fundación Kreen. Santuario Meullín-Puye
- MINISTERIO DE MEDIOAMBIENTE . 2021. Ficha de consulta: Reglamento que Establece las Obligaciones y Procedimientos Relativos a la Evaluación, Verificación y Certificación de Proyectos de Reducción de Emisiones de Contaminantes para Compensar Emisiones Gravadas Conforme a lo Dispuesto en el Artículo 8 de la Ley n°20.780, Modificado por la ley n°21.210.
- LEY CHILE. 2010. Ley 20412: Establece Sistema de Incentivos Para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios
3 respuestas