La expansión productiva, económica, de población y el cambio climático están generando dificultades de abastecimiento de agua para uso industrial especialmente hidrocarburífero, agrícola, pesquero, y consumo humano en el conurbano de Comodoro Rivadavia provincia de Chubut, y en el eje Perito Moreno-Caleta Olivia en el norte de la Provincia de Santa Cruz. En el caso de Santa Cruz la solución planteada desde el gobierno provincial de Santa Cruz ya por más de una década es el “Acueducto del Lago Buenos Aires” lo que constituiría la primera infraestructura de escala para adaptación a cambio climático de la Patagonia chilena y argentina. En 2023 el proyecto fue resignado por insuficiencia de fondos provinciales. Su concepción y ejecución implican tensiones entre ambas naciones por el uso de agua en cuencas compartidas, desafíos geopolíticos y ambientales, pero también oportunidades para un desarrollo común.
Proyecto estratégico y geopolítico
El proyecto del Acueducto Lago Buenos Aires, impulsado por las autoridades de la Provincia de Santa Cruz en Argentina, es una iniciativa de gran envergadura destinada a solucionar la escasez hídrica que afecta a las comunidades del norte de la provincia. La necesidad de desarrollar el acueducto se basa en varios factores críticos que afectan a la región norte de Santa Cruz. El 1 de marzo de 2023 en su discurso ante la legislatura, Alicia Kirchner ex-gobernadora de Santa Cruz se refirió una vez más a la histórica iniciativa: “El proyecto del acueducto Lago Buenos Aires seria como ya lo he señalado en otras oportunidades, la solución para la zona norte. Está presentado el proyecto ejecutivo, pero la inversión para su implementación supera los recursos provinciales y tiene que ser una combinación con fondos nacionales e internacionales,” explicó la mandataria con un dejo de resignación (Barabino, H. 2023 1). Sin embargo las causas basales seguirán subyacentes e incrementándose.
Por una parte las condiciones climáticas áridas en el norte de la provincia se caracteriza por un clima semiárido, con precipitaciones limitadas y sequías recurrentes. La falta de recursos hídricos confiables y de infraestructura para su gestión ha sido un obstáculo importante para el desarrollo de la región, tanto para el consumo humano como el industrial.
El auge económico en particular hidrocarburífero, minero aurífero, pesquero y frutícola cerecero ha provocado crecimiento poblacional y mayor demanda de agua. Sin un sistema adecuado de abastecimiento, el crecimiento de estas actividades se torna cada vez más insostenible con consecuencias sociales asociadas.
El proyecto original busca mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, garantizando el suministro de agua potable para más de 143,000 habitantes (2015) y asegurando la disponibilidad de agua para actividades agrícolas, ganaderas, industriales incluyendo la transformación de productos agropecuarios y productos del mar, por lo que su concreción tiene implicancias en el desarrollo económico y social del norte santacruceño, para el que se proyecta una población de unos 360.000 habitantes a 2050, en 25 años más (CFI, 2012 2).
Implicancias geopolíticas y geoeconómicas
El Lago Buenos Aires, compartido entre Argentina y Chile, donde se conoce como Lago General Carrera, se encuentra en el centro de un desafío geopolítico importante. El cambio climático está exacerbando la escasez de agua en la región, especialmente Argentina donde impacta sobre habitantes y actividad productiva, haciendo que su manejo sea un aspecto sensible para ambos países.
Perspectiva chilena
Chile ve el proyecto con cautela debido a la naturaleza binacional del lago y la posibilidad de que la extracción de agua en territorio argentino afecte negativamente a su lado de la frontera. En un contexto de cambio climático, donde se espera que las precipitaciones en la región de Aysén sean menos predecibles y potencialmente disminuyan, cualquier alteración en el nivel del lago podría agravar la disponibilidad de agua en el lado chileno, afectando no solo el ecosistema sino también las actividades económicas locales como el turismo, la pesca y la agricultura (Horzella, 2022 3).
Chile ha invocado el Protocolo Específico sobre Recursos Hídricos Compartidos de 1991, el cual establece que cualquier intervención en la cuenca debe ser coordinada para evitar daños a ambas partes. En este contexto, Chile insiste en la creación de un Plan General de Utilización que asegure que cualquier extracción de agua sea sostenible, protegiendo así sus intereses en el manejo del recurso en una época de crisis climática (Horzella, 2022).
Perspectiva argentina
Para Argentina, el acueducto representa una oportunidad geoeconómica estratégica para el desarrollo de la porción trasandina de Patagonia. La posibilidad de utilizar el agua del lago para mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades del norte de Santa Cruz es crucial en un contexto de déficit hídrico más frecuentes debido al cambio climático y aumento de demanda por actividades económicas y población. El proyecto no solo busca mitigar los efectos de la escasez hídrica actual sino también establecer una infraestructura resistente que garantice la disponibilidad de agua a largo plazo, crucial para las actividades agrícolas, industriales y de consumo humano de la región para una población que más que se duplicará en 25 años.
Así también para Argentina estos proyectos son una oportunidad para apalancar capitales extranjeros, resaltando la dimensión geopolítica y económica. Si bien el actual gobierno nacional se encuentra abordando la crisis económica del país, la estrategia previa buscaba financiar el proyecto mediante fondos internacionales en particular de China por lo que el proyecto hoy, desde el punto de vista presupuestario estaría en resignado.
Características Técnicas del Acueducto
EL diseño técnico conceptual de del acueducto contempla transportar el agua desde el Lago Buenos Aires a través de un sistema complejo de infraestructura que abarca unos 658 kilómetros. Se compone de varios subsistemas y elementos clave (CFI, 2012):
- Muelle de Toma: Ubicado en la desembocadura del Cañadón Díaz, el muelle está diseñado para operar incluso con niveles bajos del lago. Se construye a una cota de coronamiento de 211,50 m, con una longitud de 160 m, lo que permite el funcionamiento adecuado de las bombas y su mantenimiento.
- Estación de Bombeo: Las estaciones de bombeo utilizan electrobombas centrífugas de eje vertical de múltiples etapas, que están preparadas para manejar grandes caudales y superar diferencias topográficas significativas. Este sistema permite elevar el agua desde el lago y distribuirla a lo largo del acueducto, superando obstáculos geográficos y manteniendo un suministro constante.
- Cámara Receptora y Conducción Troncal: La conducción troncal regional se extiende desde la cámara receptora hasta Puerto Deseado. Además, el sistema incluye ramales que abastecen a localidades clave como Los Antiguos y Caleta Olivia. Esta estructura incluye obras especiales, como cruces de ríos, caídas verticales y sistemas de regulación de caudales (CFI, 2012).
Energía e Infraestructura de Bombeo
Para operar a lo largo de su recorrido, el acueducto necesita un sistema robusto de bombeo y energía.
El proyecto prevé el uso de líneas de alta tensión de 132 kV, a través de la conexión a la Red Eléctrica Nacional, así como la construcción de nuevas líneas para abastecer las estaciones de bombeo. Los transformadores de alta capacidad (hasta 35 MVA) asegurarán la potencia necesaria para las bombas, incluso en escenarios de demanda máxima.
En un esfuerzo por reducir la huella de carbono y alinearse con las políticas de sostenibilidad, se evalúa la posibilidad de incluir energía solar y eólica en las estaciones de bombeo, diversificando las fuentes energéticas y disminuyendo la dependencia de la red nacional.
Impactos en el Lago General Carrera/Buenos Aires y Río Baker
El proyecto prevé una extracción permanente de entre 15 m³/seg y 30 m³/seg, lo que podría reducir la cota del lago en dos o tres metros, afectando el caudal del Río Baker, principal desagüe del lago hacia el Océano Pacífico. Si bien para un Lago que puede desaguar en promedio unos 592 m³/seg, el caudal de diseño máximo de 30 m3/s equivaldría al 5% del caudal medio en el Desagüe del Lago Bertrand, lo que en un contexto de cambio cambio climático podría verse incrementado en la medida que menos aportes hídricos y mayor evaporación afecten los caudales.
Por ende, las posibles repercusiones incluyen el impacto de la disminución del Caudal afectando el nivel del lago, lo que podría alterar el flujo del Río Baker, afectando tanto el ecosistema como las actividades económicas en el lado chileno, como el turismo, la pesca y transporte y cruces fluviales. Así también, la alteración de la cota de del lago también podría cambiar la pendiente de los afluentes, incrementando la erosión y afectando la estabilidad de las riberas y del suelo adyacente. La variación de la cota del lago
En este contexto, se torna crucial la colaboración binacional para monitorear y regular la extracción de agua de manera estacional y sostenible, asegurando que el proyecto se ejecute con un enfoque integral que proteja los intereses de ambas naciones en un entorno cada vez más afectado por el cambio climático y por el crecimiento poblacional acelerado de la Patagonia Argentina.
Necesidades diferentes espacios de oportunidad
Chile cuenta con una superficie continental de unos 756,102.4 km2 y unos 19.6 millones de habitantes mientras que la porción sudemamericana de Argentina unas 2,791,810 km2 y unos 46.04 millones de habitantes. Los 27 países de la Unión Europea cubre 4,237,473 de km2 y 448.4 millones de habitantes. Por lo que Chile y Argentina con el 83.7% de la superficie de la Unión Europea sólo representan un 14.6% de la población de esa asociación política y económica.
El acueducto del Lago Buenos Aires, así como el Acueducto del Lago Munster en Chubut en la Patagonia Argentina, o el proyecto de embalses sobre el Río Penitente en la Región de Magallanes, Chile también cuenca binacional, evidencia demandas en que recursos compartidos podrían ser resueltos en la medida de abordar una cooperación e integración económica, sobre la que existen desafortunadas experiencias pasadas.
Mientras en Santa Cruz tienen restricción por el agua, en el caso de la Región de Aysén existe un problema económico de unos US$ 32 millones de dólares anuales vinculado a la quema de unos 883,000 m3 estéreos de leña principalmente de bosque nativo (Reyes et al, 2021. 4) el que ha convertido a la ciudad de Coyhaique capital regional en una con aires más contaminados a nivel latinoamericano, y que arrastra a otras como Cochrane. Por el otro lado, las provincias de Chubut y el norte santacruceño presentan cuencas sedimentarias con recursos gasíferos y de hidrocarburos que les permiten a los habitantes de esas localidades gozar de una calefacción a precios accesibles.
En la medida que iniciativas de este tipo logren generar espacios de cooperación económica, con las respectivas salvaguardias que desincentiven prácticas que rompan los acuerdos preestablecidos, permitirían abrir otros espacios de desarrollo de común beneficio, como la transferencia de gas desde Vaca Muerta a Concepción, Mendoza-Santiago o los del norte. Así también las rutas bioceánicas que permiten a chilenos y argentinos el intercambio de productos a través de puertos usando carreteras de alto estándar por ejemplo en Valparaíso y San Antonio, algo posible de replicar también entre Aysén y las provincias de la patagonia argentina colindantes.
El Acueducto Lago Buenos Aires es más que una solución técnica para la escasez de agua en Santa Cruz; es un proyecto estratégico con implicancias geopolíticas y geoeconómicas significativas en un contexto de crisis climática global. Su éxito depende no solo de la infraestructura y financiamiento, sino también de la cooperación entre Chile y Argentina para manejar un recurso compartido de manera sostenible, garantizando así un futuro equilibrado para ambas partes y promoviendo un desarrollo económico resiliente y adaptativo en la Patagonia. Su concreción para mejora la calidad de vida de los habitantes del norte santacruceño podría venir acompañada de de una integración energética a partir de gas para los habitantes del Aysén contribuyendo mutuamente a la satisfacción de necesidades y calidad de vida, lo que podrían acelerar inversiones de mutuo beneficio. Proyectos de estas características posibilitan revisar corredores bioceánicos, integración turísticas, rutas aéreas locales, pasos fronterizos, muchos actualmente en operación pero que podrían apostar a una profundización que nos permita conseguir el beneficio de las economías de escala.
Referencias
- Barabino, H. 2023-03-03. Anunciado por sucesivos gobiernos kirchneristas .La gobernadora resignó el proyecto Acueducto Lago Buenos Aires: “La inversión supera los recursos provinciales”. Winfo
- Consejo Federal de Inversiones. 2012. Viabilidad técnica y económico social del desarrollo del norte santacruceño mediante el abastecimiento de agua desde el Lago Buenos Aires, provincia de Santa Cruz. Etapa II
- Horzella, Bárbara. 2022. Proyecto Acueducto Lago Buenos Aires (Argentina)/General Carrera (Chile): Antecedentes mediatos, situación actual y posibles repercusiones. Asesoría Técnica Parlamentaria Noviembre 2022. Biblioteca del Congreso Nacional. Nº SUP: 136493. 10 p.
- Reyes, R., Sanhuez, R., Schueftan, A., y González, E. 2021. Consumo de leña y otros biocombustibles sólidos en la región de Aysén: adopción acelerada del pellet en la ciudad de Coyhaique, y predominio de la leña en el resto de la región. Revista BAS 14 (7) , diciembre 2021.